El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas.Salmo 126:5-6.
Lectura: Salmo 126:1-6.
Versículos del día: Salmo 126:5-6.
MEDITACIÓN DIARIA
Precisamente, es el mes de las madres y las madres tenemos por
la misma naturaleza de la que Dios nos ha dotado, ser en general amorosas,
cariñosas, detallistas, perdonadoras, etc.,
pero hay algo que quizá no se tenga muy en cuenta y es ser verdaderas
intercesoras por nuestros hijitos. Se
nos olvida el poder de la oración y especialmente de la oración de las madres;
hay un libro al respecto que se llama: “Cuando las madres oran”; el libro nos
da un mensaje apropiado para las madres que encuentran diferentes dificultades
en levantar a sus hijos.
Criar los hijos y sacarlos adelante para que sean personas
útiles a la sociedad con verdadero temor de Dios, no es tarea fácil. Tal vez, nos costará lágrimas hacerlo, pero
muy seguramente con el correr del tiempo, vamos a obtener los mejores
resultados. Cuando pasen los años difíciles y ellos hayan encontrado su rumbo, entonces
retrospectivamente miraremos hacia
atrás, y le daremos gracias al Señor porque ha llegado el tiempo de la cosecha
y podemos recoger con gozo las gavillas que tantas lágrimas significaron
sembrarlas.
Madres: no nos desanimemos en la tarea; debemos continuar
sabiendo que el Señor cumplirá su propósito en cada uno de los nuestros. Como obligación, nos queda orar
fervientemente por ellos y el Señor se encargará del resto.
Amado Dios: Hoy queremos presentarte aquellas semillitas que
nos diste para administrar. Las ponemos
delante de ti y te rogamos por cada una de ellas para que permitas que crezcan
y den buen fruto. Gracias Señor porque eres fiel y terminarás en cada una de
ellas, la buena obra que empezaste.
Un abrazo y bendiciones.
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