sábado, 11 de mayo de 2013

No estamos solos




Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. 
Romanos 8:26.


Lectura: Romanos 8:18-39.  Versículo del día: Romanos 8:26.

MEDITACIÓN DIARIA

Otro privilegio del que gozamos los cristianos: El Espíritu Santo acude a ayudarnos, porque conoce nuestra naturaleza y sabe que somos débiles. Además de interceder por nosotros, lo hace de una manera conmovedora: con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
Nos aterramos de los sufrimientos terrenales, pero dice su Palabra, que estos no son para nada comparables con la gloria venidera (v. 18).  Si la creación misma gime como si tuviera dolores de parto (v. 22), con mayor razón nos corresponde a nosotros; pero gracias a Dios, tenemos la esperanza de la gloria futura.  Al fin de cuentas, por más que pasemos aflicciones y sufrimientos, nada nos puede separar del amor de Dios (v. 35) y todas estas situaciones nos ayudan para bien de acuerdo al propósito que Él nos tiene  (v. 28) y que se cumplirá.
En conclusión: Nada nos puede atemorizar; no solamente el Espíritu está listo para sacarnos avante, sino que el mismo Cristo Jesús nos da la fortaleza para afrontar lo que nos  llegue, porque en Él somos más que vencedores (v. 37).

Amado Señor: Gracias por estar tan pendiente de nosotros y darnos la fuerza suficiente para desafiar las situaciones difíciles que se nos presenten. Gracias precioso Espíritu Santo por venir en nuestra ayuda cuando creemos que estamos solos, y darnos todo tu poder para salir victoriosos en las batallas que enfrentamos.

Un abrazo y bendiciones. 

No hay comentarios: