domingo, 12 de mayo de 2013

La amada que busca complacerle




Así lo dice Dios en el libro de Oseas: Llamaré “mi pueblo” a los que no son mi pueblo;   y llamaré “mi amada” a la que no es. 
Romanos 9:25.


Lectura: Romanos 9:14-29. Versículo del día: Romanos 9:25.

MEDITACIÓN DIARIA

Indudablemente que el Señor estaba hablando acerca de los gentiles. Somos ahora su “pueblo adquirido”, su “nación santa”.  Todas las promesas para Israel, son también para nosotros.  Somos “su amada”; su novia que espera ansiosa verlo regresar y participar en las Bodas del Cordero.
Los gentiles no buscaban la justicia que es por la fe y la alcanzaron; Israel creyó que con obras la iba a lograr y así es imposible alcanzarla; se les volvió piedra de tropiezo (vv. 30-33). 
Ahora los gentiles estamos en manos del Señor, el excelente Alfarero, quien por su misericordia nos eligió precisamente para demostrar su poder, y así su nombre sea exaltado en toda la tierra (v. 16-17).  Si creemos que fuimos nosotros quienes buscamos a Dios y elegimos seguirle, estamos equivocados; fue Él quien nos eligió primero: “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure” (Juan 15:16).
Reflexionemos y miremos su gran amor; entendamos que fuimos elegidos con una misión específica: llevar fruto que perdure donde quiera que vayamos. Somos “su amada” y la amada busca complacerle.

Amado Señor: Gracias porque no dependió de nuestro esfuerzo ni deseo humano el buscarte, sino que Tú nos miraste con buenos ojos por tu compasión, para tenernos en tu reino. Podemos decir como Jeremías: “Me sedujiste Señor y yo me dejé seducir”.  Enséñanos a ser fieles a ti, proclamando tu nombre por toda la tierra.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: