miércoles, 15 de mayo de 2013

Presentarnos como le agrada a Dios




Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Romanos 12:1.


Lectura: Romanos 12:1-21.  Versículo del día: Romanos 12:1.

MEDITACIÓN DIARIA

La vida cristiana implica una relación sincera con el Señor, para lo cual es imprescindible que le adoremos y nos presentemos ante Él, tal como somos; ofreciendo nuestro cuerpo como sacrificio que le agrade. “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (v. 2). No podemos salirnos del mundo pero sí, cuidarnos de lo que nos ofrece el mundo y ahí tenemos que tener mucho cuidado y obrar sabiamente.  Por una parte ante ellos, nuestro testimonio es de gran valor, así que, si obramos como mojigatos creyéndonos espirituales por estar todo el día con una Biblia debajo del brazo y gritando “Aleluyas”, no vamos a dar ningún testimonio; tampoco lo haremos permitiendo que el mundo nos coja y nos de tres vueltas. Recordemos que nuestro adversario el diablo, anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8), y si le damos cabida, muy seguramente caeremos.
Veamos como nos dice la versión “Dios habla hoy”, el versículo 2, ya que es más explicativo: “cambie su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir”. Lo mejor es poner en práctica esta frase. Lo que vamos almacenando en la mente es lo que resultamos haciendo y Dios nos manda a  considerar  bien (o sea pensar) en todo lo verdadero,  lo respetable, lo justo, lo puro, lo amable, lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio (Filipenses 4:8); si lo hacemos de este modo, damos testimonio ante los hombres y a la vez agradamos a Dios,  conociendo lo que es bueno, grato y perfecto para Él.

Amado Señor: Enséñanos a presentarnos delante de ti sin tener de qué avergonzarnos.  Te ofrecemos nuestros cuerpos como culto racional para que nos utilices y el mundo te conozca y te acepte como Salvador. Queremos ser fieles testigos tuyos.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: