Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza.1 Corintios 4:2.
Lectura: 1 Corintios 4:1-21. Versículo del día: 1 Corintios
4:2.
MEDITACIÓN DIARIA
La confianza es el voto fundamental para encargar algo
importante a una persona. Nos la
encomiendan precisamente, porque fuimos seleccionados como personas idóneas,
responsables y capaces de sacarla adelante. Nosotros somos embajadores del
Señor aquí en la tierra y debemos ser diligentes en la tarea encomendada por
Él. Esta tarea es más importante que
cualquier otra que nos sea confiada; por eso debemos cumplirla fielmente como
obreros que no tenemos de qué avergonzarnos, manejando con precisión la Palabra
de verdad (2 Timoteo 2:15), y llevando fruto, pero fruto que permanezca (Juan
15:16).
La labor de cada uno se verá recompensada cuando lleguemos al
cielo y el Señor nos reciba con esta frase: “¡Hiciste
bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho
más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” (Mateo 25:23). Sentiremos
la satisfacción del deber cumplido.
¡Habremos logrado ser verdaderos administradores del encargo delegado!
Amado Dios: Te damos gracias porque pusiste tu confianza en
nosotros y no queremos fallarte nunca. Permite que seamos dignos de la misión
encomendada y podamos llegar a tus brazos con la cabeza en alto. Danos el poder
tuyo para que en todo seas glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la
gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
Un abrazo y bendiciones.
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