domingo, 11 de diciembre de 2011

Creación admirable

¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y eso lo sé muy bien!
Salmo 139:14.


Lectura diaria: Salmo 139:1-18. Versículo para destacar: Salmo 139:14.


ENSEÑANZA


El hombre fue creado a imagen de Dios; es su creación perfecta; un ser racional diferente de los otros seres vivos con capacidad de razonar. Es un ser único e irrepetible con atributos propios como pensar, actuar, dotado de inteligencia, habla, sabiduría y libre albedrío. Con habilidades propias de su inteligencia como la aptitud para realizar un trabajo con destreza y conocimiento. Sin embargo, muchos no valoran el diseño de Dios y nos encontramos a menudo con personas que jamás están contentas con su cuerpo ni con sus dones. Hay que aprender a valorar lo que tenemos y el diseño con el cual Dios nos trajo al mundo; sentirnos felices de quien somos. Muchas veces nosotros mismos nos tratamos de tontos o bobos sin darnos cuenta que estamos ultrajando la creación maravillosa de Dios. Cuántos incapacitados tienen más agradecimiento e incluso no encuentran impedimento alguno para realizarse como pintores o escultores con lo poco que Dios les ha otorgado como los pintores de la boca y los pies. Aydee Ramiréz, una de ellas y quien es colombiana dice que para ella no existe la frase: “no se puede”. Hay incluso otros tantos que plasman en sus cuadros la grandeza de Dios porque para ellos vale más su interior y esencia espiritual que la material o física. Nosotros, que estamos completicos, vivimos acomplejados o amargados por tonterías. Se sufre por ser bajo o muy alto; por ser gordo o flaco; por tener los ojos café o negros en vez de verdes o azules. La persona sana debe aceptarse tal cual es. Esto no quiere decir que no se arregle ni quiera verse mejor; pero todo tiene un límite y lo que no se puede permitir es que la misma idolatría del cuerpo pase a ser prioridad en la vida. Esta insatisfacción originada en ocasiones directamente por familiares y amigos o por la misma sociedad como en el caso de las niñas, hacen ver que la mujer que vale es aquella de las revistas: despampanantes por fuera pero huecas en su interior. Dios es el único que puede sanar estas heridas y permitir que nos veamos diferente. Proverbios 31:30 dice: “Engañoso es el encanto y pasajera la belleza”. Además el corazón agradecido es alegre y éste hermosea el rostro (Pr. 15:13).

Valoremos la obra creadora de Dios: Alabémoslo por lo que somos. Propongámonos a darle gracias al Señor no solo por nuestros cuerpos así estén enfermos e incompletos, sino también por los talentos con los que nos ha dotado y pongámoslos más bien al servicio de Él para su honra y gloria. ¡Te alabo porque soy una creación admirable!


Jesús vino a darte sanidad física y espiritual; quiere entrar a tu vida y mostrarte un nuevo camino. ¿Deseas aceptarlo? Si tu respuesta es afirmativa te invito a orarle así:


Señor Jesucristo: Yo te necesito. Te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias Señor por perdonarme y llevarme de tu mano aceptándome como soy, como tu creación perfecta. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: