domingo, 4 de diciembre de 2011

Caminando con la luz de Jesús

Caminen mientras tienen la luz, antes de que los envuelvan las tinieblas… Mientras tienen la luz, crean en ella, para que sean hijos de la luz.
Juan 12:35b y 36.


Lectura diaria: Juan 12:20-36. Versículos para destacar: Juan 12:35b y 36.


ENSEÑANZA


“Caminen mientras tienen la luz”, palabras dichas por el Señor a sus discípulos y seguidores antes de su muerte. Él sabía que ya la hora había llegado, y aunque estaba angustiado también sabía precisamente que para eso había venido. Tenía una meta y su misión se cumpliría para bien de la humanidad (vv. 23 y 27). Es hermoso saber que Jesús es la luz verdadera que alumbra todo el caminar cotidiano del creyente. Él es la luz del mundo y el que le sigue no andará en tinieblas (Jn. 8:12). En el mundo encontraremos mucha oscuridad, nos desenvolveremos en medio de tinieblas pero no somos tinieblas, somos luz porque tenemos al Señor de la luz (Mt. 5:14), que ilumina el sendero por el que nos desplazamos. No podemos salirnos del mundo, porque estamos en el mundo, pisando tierra y no envueltos en nubes en el aire; debemos ser realistas y entender que como cristianos también tenemos una misión que cumplir mientras estemos aquí: hacer brillar la luz de Jesús por donde quiera que vayamos. Desafortunadamente la noche es oscura rodeada de atafagos y problemas, nuestro resplandor debe alumbrar a todos aquellos que van por esa densa noche tenebrosa y no escondernos ante la adversidad de los demás. La luz siempre debe permanecer en lo alto para poder lanzar sus destellos. Caminemos en la luz de Jesús para que los que nos rodean puedan gozar también de su resplandor, calor y abrigo. Siempre que esté a nuestro alcance, demos a conocer esa Luz.


Si nunca has permitido que Jesús tome las riendas de tu vida, te invito para que hoy lo hagas. Ha llegado también la hora ara ti. Permite que Jesucristo se gloríe en tu vida, irradiando sus rayos de luz amorosos y puedas buscar el camino cierto. Jesús está a la puerta de tu vida, ¿quieres dejarle entrar? Si es así, te sugiero una oración como la siguiente:


Amado Jesús: Yo te necesito. He andado en oscuridad y tropezado mucho. Te pido que entres en mi vida y tomes el control de ella. Te acepto como Señor y Salvador personal; perdona mis pecados y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias Señor por hacerlo y por llevarme por sendas luminosas de tu mano. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: