jueves, 1 de diciembre de 2011

La verdad de la Palabra

La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre.
Salmo 119:160


Lectura diaria: Salmo 119:160-176. Versículo para destacar: Salmo 119:160.


ENSEÑANZA


Como lectura tomaremos solamente la última porción de este Salmo, pero quiero resaltar que después de leerlo completamente se puede vislumbrar que El Salmo 119 es un compendio donde se nos habla estrictamente de la importancia de la ley del Señor: guardar sus preceptos, cumplir sus estatutos y aferrarnos fuertemente a su Palabra. Así que sacaré apartes al respecto, mostrando el deseo de afirmarse en ella; de buscarla y aprenderla; de obtener respuesta; de alabarle; de escudriñar sus promesas y consuelo. De entender que su Palabra es deleite, vida, luz, libertad, y por encima de todo es verdad.

Afirmarse: “¡Cuánto deseo afirmar mis caminos para cumplir tus decretos!” (v. 5). Aprender: “Enséñame, Señor, a seguir tus decretos, y los cumpliré hasta el fin” (v. 33). Obtener respuesta: “Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos. ¡Enséñame tus decretos!” (v. 26). Alabarle: “Ábreme los ojos para que contemple las maravillas de tu ley” (v. 18). Promesas y consuelo: “En tu palabra he puesto mi esperanza. Mis ojos se consumen esperando tu promesa” (vv. 81-82). Deleite: “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca” (v. 103). Vida: “Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida” (v. 93). Luz: “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero” (v. 103). Libertad: “Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos” (v. 45). Verdad: “La suma de tus palabras es la verdad” (v. 160).

La Palabra de Dios nos da plena satisfacción y seremos muy bendecidos por buscarla y amarla: “Dichosos los que van por caminos perfectos, los que andan conforme a la ley del Señor. Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan” (vv. 1-2). Busquemos en este Salmo todos los beneficios de guardar sus preceptos y ley escritos en toda su Palabra. Seguro que escudriñándolo minuciosamente encontraremos muchos más, con la certeza de que todos son verdad.


Si no conoces a Jesús quien es la Palabra eterna; el Verbo hecho carne, permíteme presentártelo. Él vino a morir por ti y desea darte vida eterna e instruirte en su Palabra. Con una corta oración puedes empezar una relación personal con el Señor. Por favor dile así:


Señor Jesucristo: Yo te necesito. Te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados, toma el control del trono de mi vida y hazme la persona que quieres que yo sea. Enséñame a entender tu Palabra y cumplirla como es tu deseo. Gracias Señor, amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: