martes, 16 de agosto de 2011

Esfuerzo máximo

Esfuércense en añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; al afecto fraternal, amor.
2 Pedro 1:5-7.


Lectura diaria: 2 Pedro: 3-11. Versículo para destacar: 2 Pedro: 5-7.


ENSEÑANZA


Ya que por gracia hemos aprendido a vivir como el Señor lo desea,, cada día debemos esforzarnos más para que el conocimiento en Dios crezca y abunde de manera que seamos productivos y útiles en la obra encomendada como siervos fieles (v. 8), no dando píe a que el amor por el Señor se enfríe y lleguemos a olvidarnos de su perdón, incluso a no valorar su sacrificio y menospreciar todo lo hecho en el Calvario.

Dios cada día demandará de nosotros un poco más, hasta ver su obra completamente perfeccionada y realizada en cada uno. Por eso, el esfuerzo debe ser tal, como si estuviésemos compitiendo y como el atleta que cuando ya percibe la meta, saca fuerza de donde no la tiene y logra rematar con broche de oro. Puede que nuestro diario vivir esté surcado de polvo, espinas y hojarascas que en nada nos benefician; sin embargo, en medio de ese camino árido y seco, Dios quiere demostrar su poder y seguir utilizándonos para que de par en par se nos abran las puertas del reino eterno de nuestro Señor Jesucristo (v.11), y eso mismo podamos regalar a otros.


Si quieres conocer a Jesús como Señor y Salvador de tu vida, te invito a hacerle la siguiente oración:


Señor Jesucristo: Yo te necesito, te abro la puerta de mi corazón para que seas mi Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados; toma el control del trono de mi vida y hazme como quieres que yo sea. Gracias Jesús por venir a morar conmigo; por limpiarme y perdonarme; gracias también por llevarme de tu mano, enseñándome a vivir como tú lo deseas. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: