viernes, 5 de agosto de 2011

Buscar al Señor para hacer el bien y vivir

Busquen al Señor y vivirán.
Amós 5:6.


Lectura diaria: Amós 5:4-15. Versículo para destacar: Amós 5:6.


ENSEÑANZA


La mejor manera de comportarse rectamente siguiendo la justicia y haciendo el bien, es buscando al Señor de corazón. En la lectura encontramos seguidamente “Búsquenme y vivirán; Busquen al Señor y vivirán; Busquen el bien y no el mal, y vivirán” (vv. 4, 6, 14).

Hacer el bien es la consecuencia de buscar al Señor. Al malvado le queda difícil obrar correctamente, por eso en este mundo caído y convulsionado como está, el hombre ha tergiversado el bien, los valores están confundidos: a lo bien se le llama mal, y al mal bien. Por lo mismo, “odian al que defiende la justicia en el tribunal y detestan al que dice la verdad”; “Ustedes oprimen al justo, exigen soborno y en los tribunales atropellan al necesitado” (vv. 10 y 12). Puesto que el mensaje de la cruz es para todo el que quiera escucharlo, es necesario buscar al Señor para aprender a hacer el bien: “El Dios que da paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad” (Heb. 13: 20-21). Es Él quien pone el querer como el hacer en el creyente y es el creyente quien con su diario vivir, da testimonio de ello.


Gracias a Dios, el Pastor de las ovejas está vivo, ama al pecador y está dispuesto para todo aquel que desee aceptarlo como su Señor y Salvador ¿Quieres entregarle tu vida a Él? Te puedo sugerir una pequeña oración y pronto te darás cuenta que es el mismo Señor quien poco a poco va girando tu vida hacia el bien. Podemos orar así:


Señor Jesús: Te necesito; sé que soy pecador y te pido perdón por ello. Entra en mi vida, te acepto como mi Señor y Salvador personal y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Te doy gracias por venir a morar conmigo, por perdonarme y llevarme de tu mano, enseñándome a vivir rectamente y buscando siempre el bien para mi prójimo. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

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