miércoles, 29 de junio de 2011

Fieles en el trabajo

Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo.
Colosenses 3:23.


Lectura diaria: Colosenses 3:18-25. Versículo para destacar: Colosenses 3:23.


ENSEÑANZA


La Biblia nos manda a no cansarnos de hacer el bien (2 Ts. 3:13), y esto se aplica también para el trabajo. El trabajo se debe ver como una bendición, el cual Dios le permite a la persona realizar para obtener el sustento no solo para ella sino también para los suyos. Sin embargo, cuánto fraude no se ve en los trabajadores: unos robando el tiempo a lo que tienen asignado; otros, sustrayendo papelería y útiles de escritorio; ahora, con los avances de la tecnología, sacando información que solo le compete a las empresas. Esto en lo que concierne a la honradez, pero también vemos a muchísimas personas que hacen su labor simplemente por hacerla y percibir un salario pero con “la ley del menor esfuerzo”. Nadie desea comprometerse de verdad y en el versículo del día el Señor manda: “trabajen de buena gana”, es decir, poniendo todo el ahínco e interés en lo que se hace; haciendo la labor de manera excelente no a medias. Mi esposo trajina incansablemente con la frase: “las cosas se hacen bien o no se hacen” y aunque sinceramente, a veces me molestaba escucharla, con el tiempo he podido contemplar el valor tan grande que ha tenido, especialmente en la formación de mis hijos. Definitivamente así es. Recordemos “la carta a García”. Así se llama la historia real donde se cuenta lo mandado por un jefe a su subalterno, donde el empleado pone todo su empeño y corazón en la misión encomendada. Veamos algo al respecto:

¡Por Dios vivo!, que hay aquí un hombre cuya estatua debería ser vaciada en bronces eternos y colocada en cada uno de los colegios del universo. Porque lo que de enseñarse a los jóvenes no es esto o lo de más allá; sino vigorizar, templar su ser íntegro para el deber, enseñarlos a obrar prontamente, a concentrar sus energías a hacer las cosas, “a llevar la carta a García”.

El General García ya no existe. Pero hay muchos García en el mundo. Qué desaliento no habrá sentido todo hombre de empresa, que necesita de la colaboración de muchos, que no se haya quedado alguna vez estupefacto ante la inercia del común de los hombres, ante su abulia, ante su falta de energía para llevar a término la ejecución de un acto. Descuido culpable, trabajo a medio hacer, desgreño, indiferencia, parecen ser la regla general. Y sin embargo no se puede tener éxito, si no se logra por uno u otro medio tener la colaboración completa de los subalternos, a menos que Dios en su bondad, obre un milagro y envíe un ángel iluminador como ayudante”. Elbert Hubbard. Ésta es la manera más palpable de hacer las cosas como para Dios.

Si deseas ver la carta completa, puedes buscarla en internet.

Si te cuesta ser íntegro en el trabajo, hay alguien que puede ayudarte a salir avante: el Señor Jesucristo, porque Él es nuestra fortaleza para lograrlo todo. Hable con Jesús, así:

Señor Jesucristo: Entiendo que soy pecador y te pido perdón por ello. Toma mi vida te la entrego para que hagas de mí la persona que deseas que yo sea. Gracias por venir a morar conmigo; por perdonarme y limpiarme; gracias por enseñarme a vivir íntegramente en todas las áreas de mi vida. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: