sábado, 1 de enero de 2011

¡Vengan! ¡Pongámonos de acuerdo!

Vengan, pongamos las cosas en claro –dice el Señor–. ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!.
Isaías 1:18.


Lectura diaria: Isaías 1:11-20. Versículo para memorizar: Isaías 1:18.


REFLEXIÓN


Tal como Dios dijo al pueblo de Judá, también lo dice en estos días: “¿De qué me sirven sus muchos sacrificios?” (v. 11). “¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!” (vv. 16-17).


No importa lo que hayamos hecho ni hasta dónde haya llegado nuestro pecado. Así fueren rojos como el carmesí, se convertirán en blancos copos de nieve. Hay alguien listo y misericordioso para tendernos la mano y restaurarnos para su reino y éste es Jesús de Nazaret quien vino a pagar con su sangre el precio del pecado y permitirnos la reconciliación con Dios. Dios quiere que hoy volteemos los ojos a Él y con arrepentimiento genuino empecemos una nueva vida al lado de su Hijo.


¿Te ha tocado este mensaje? Es el mismo Señor quien te dice: ¡No peleemos más! ¡Pongámonos de acuerdo! ¡Hablemos! Si lo deseas podemos hablar; orar es hablar con Dios. Te puedo guiar con una corta oración.


ORACIÓN


Señor Jesucristo: Hoy quiero ponerme de acuerdo contigo. No me considero digno(a) de venir a ti, tú me conoces más que nadie y no puedo ocultarte mi maldad. Te pido con mi corazón arrepentido que tomes mi vida y me limpies de todo pecado. Hazme una nueva persona y enséñame a andar contigo. Gracias por escucharme y limpiarme de tal manera que me convierta en blanca lana. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

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