jueves, 6 de enero de 2011

La misión de todo cristiano

Entonces oí la voz del Señor que decía: –¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: –Aquí estoy. ¡Envíame a mí¡
Isaías 6:8.


Lectura diaria: Isaías 6:1-13. Versículo para memorizar: Isaías 6:8.


ENSEÑANZA


El pasaje de Isaías nos muestra la visión que tuvo el profeta donde vio al Señor en su trono, rodeado de serafines que lo adoraban constantemente. Isaías al verse ante el Rey, Señor Todopoderoso se sintió perdido porque reconoció que no era digno de ver a Dios. Uno de los serafines voló hacia él y con una brasa tocó sus labios diciéndole: “Mira esto ha tocado tus labios; tu maldad ha sido borrada, y tu pecado, perdonado” (vv. 1-7). Notemos que primero Dios tocó a Isaías y después sí le dio la misión de ir y hablar por Él. De igual forma en estos días, Dios desea que nos pongamos ante su presencia con corazón arrepentido, para después utilizarnos y enviarnos como mensajeros de su evangelio.

Como en el devocional del pasado martes, Dios quiere que aquellos que aceptan a su Hijo Jesucristo como Señor y Salvador, se conviertan en los embajadores del reino celestial y divulguen las “Buenas Nuevas” de salvación a toda creatura. ¿Deseas ser parte selecta del gobierno de Dios? La misión de todo embajador es dar a conocer su país de origen al cual representa. Nosotros representamos el reino de los cielos aquí en la tierra. Déjate tocar también por la mano amorosa de Jesús para que tus pecados queden perdonados y puedas ser su embajador. Él necesita obreros que trabajen en bien de su reinado, proclamando el mensaje de salvación.


ORACIÓN

Amado Dios: Quiero ser parte de tus embajadores aquí en la tierra. Por favor Jesús, toma mi vida te la entrego para que la toques y borres todos mis pecados, para que me acredites como miembro de tu reino y pueda llevar a otros a tus píes. ¡Utilízame Señor! Aquí estoy. ¡Envíame a mí!


Un abrazo y bendiciones.

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