Voz de uno que grita en el desierto: “Preparen el camino para el Señor, háganle sendas derechas.Mateo 3:3.
Lectura diaria: Mateo 3:1-12. Versículo para memorizar: Mateo 3:3.
ENSEÑANZA
Por aquel tiempo con la llegada del Señor y el comienzo de su ministerio en la tierra, se estaba cumpliendo la profecía de Isaías 40:3-5. “Que se levanten todos los valles, y se allanen todos los montes y colinas; que el terreno escabroso se nivele y se alisen las quebradas. Entonces se revelará la gloria del Señor y la verá toda la humanidad”. Se cumple la promesa del Redentor que viene a morir por el hombre pecador. ¿Cómo allanarle el camino al Señor? “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca”; “Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento” (vv. 2 y 8). La mejor manera de prepararle el camino al Señor se encuentra en el arrepentimiento genuino y sincero. Muchos fueron los que no le creyeron en aquel entonces, mas sin embargo, otros tantos, sí. Después de dos mil años sucede exactamente lo mismo: Son muchos los incrédulos que inclusive se mofan y ríen del Evangelio. La misión nuestra, es proclamarlo para que se revele su gloria; también hay muchas almas sedientas que están esperando este momento. Para todas ellas, se dirige el mensaje de hoy: “Arrepiéntanse”. El Señor vino por los pecadores, por los enfermos que necesitan sanidad del espíritu: “No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se arrepientan” (Lc. 5:32). Jesús está llamando a toda la humanidad, para entrar a formar parte de su reino. Él desea que todos se salven y ninguno perezca (2 Pe. 3:9). El arrepentimiento es la base para una nueva relación con Dios, ya que con el pecado de nuestros primeros padres (Gn.3), esa relación se interrumpió. Jesucristo es el puente establecido, no existe otro camino, es el único. ¿Deseas comenzar a andar por sendas derechas en tu vida? ¿Deseas arrepentirte y nivelar el piso de tu vida? Por eso vino Jesús de Nazaret; y ahora está disponible para ti. Podemos hacerlo con una corta oración. Te puedo guiar si es tu decisión.
ORACIÓN
Señor Jesús: Quiero escuchar tu voz hoy en el desierto de mi vida para comenzar a caminar por sendas limpias y rectas contigo. Ven a mi vida, te recibo como mi Señor y Salvador personal. Estoy arrepentido de mis pecados; Haz de mi la persona que deseas que yo sea. Gracias por mostrarme ese camino especial que eres tú y por perdonarme. En tu nombre Jesús, amén.
Un abrazo y bendiciones.
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