jueves, 27 de enero de 2011

Reconociendo a Jesús como Dios

–¡Verdaderamente éste era el Hijo de Dios!
Mateo 27:54.


Lectura diaria: Mateo 27:45-56. Versículo para memorizar: Mateo 27:54.


ENSEÑANZA


Muchas veces tienen que presentarse situaciones bien difíciles o vernos abocados ante una calamidad para que volvamos los ojos a Dios y mirar su grandeza y poder. El pueblo judío no aceptó a Jesús y le dio muerte de la manera más vergonzosa y denigrante que existía en esa época, después de haberlo humillado y vituperado hasta saciar completamente su sed de venganza, solamente porque les hablaba claro llamándoles la atención por sus actuaciones.

Sin embargo, el amor de Jesús por la humanidad, le permitió abogar ante el Padre por ellos: “perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23:34). El centurión, un gentil con rango de oficial dentro de los romanos, al ver que la tierra tembló y las rocas se partieron, quizá después de haber dudado también, tuvo que reconocerlo como Dios exclamando: “¡Verdaderamente éste era el Hijo de Dios!”.


No debemos esperar a que sucedan tragedias y estar en la mala racha para que entendamos que Jesús es el Redentor y Dios que vino a salvarnos, pero quizá estás viviendo una situación bien complicada y no te queda otra salida sino la de recurrir a Él. Su amor misericordioso y bondadoso puede demostrarte que verdaderamente Él es quien dijo ser y puede lograr imposibles. Si nunca antes, has tenido una relación con Jesús, te invito a hacer la siguiente oración:


Señor Jesús: Hoy reconozco que eres el verdadero Dios. Te entrego mi vida para que hagas con ella tu santa voluntad. Te acepto, como mi Señor y Salvador personal y te entrego esta necesidad angustiosa por la que estoy pasando. Gracias Jesús, por venir a morar conmigo, por perdonar mi incredulidad y rebelión, y por darme todo el poder de tu Santo Espíritu. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

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