jueves, 2 de abril de 2009

Enséñanos a contar bien nuestros días

Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.
Salmo 90:12

El tiempo no se detiene. Es inclemente en su recorrido. De esta manera cuando volteamos a mirar, se ha ido nuestra juventud, se han marchado nuestros hijos, la ruta de la vida ha cogido otro rumbo muy diferente al que teníamos, y ante eso, nada podemos hacer.

Moisés le pide a Dios sabiduría para aprender a vivir el momento. Cuántas veces no disfrutamos el presente por estar recordando el pasado, o por amargarnos por el futuro y dejamos a un lado tesoros tan valiosos como el disfrutar completamente la alegría y el juego de nuestros pequeños, la calidez de un paseo o una tarde con nuestro esposo o con nuestros padres. Cuánto añoramos los que no tenemos la madre viva u otro ser querido que haya partido, el haberle sacado más provecho a esos instantes de amor y cariño que fueron tan fugaz. Cuando reaccionamos, nos damos cuenta que "realmente, todo es absurdo; es correr tras el viento", "y que no sacamos nada con habernos afanado tanto en esta vida", como lo dice Salomón en Eclesiastés.

Estas son lecciones de las cuales tenemos que aprender y desde ahora en adelante proponernos a vivir cada momento, cada instante de nuestra vida, como si fuese el último, el mejor. De esta manera no solo crecemos nosotros sino que también estamos honrando a Dios, porque estamos aprendiendo a practicar que el afán de cada día le corresponde es a Dios organizarlo.

Que nuestra senda cada día, sea como dice Proverbios 4:18, semejante a los primeros albores de la aurora donde su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: