domingo, 12 de abril de 2009

El sepulcro vacío

¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
Juan 20:2b.

El sepulcro vacío ¡Gloria a Dios! El milagro más grande. ¡Cristo resucitó! Su tumba está vacía porque Él triunfó. Resucitó para que tú y yo también resucitemos. Para demostrarnos que no fue en vano su padecimiento. Pablo dice que si no hubiese resucitado, vana sería nuestra fe. Si. Ningún valor tendría su sufrimiento y muerte cruel, si el Señor no hubiese resucitado.

María Magdalena, la primera mujer que se acercó a su tumba y no lo halló, se asustó y entristeció al no encontrar su cuerpo allí. “¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!” Corrió a decirles a los discípulos. Más adelante cuando está llorando, el Señor se le aparece y le pregunta: “¿Por qué lloras mujer? ¿A quién buscas? Ella pensando que se trataba de quien cuidaba el huerto, le dijo: Señor, si usted se lo ha llevado, dígame donde lo ha puesto, y yo iré por él”. Juan 20:13-15. Definitivamente, como dijo el mismo Jesús: “A quien más se le perdona, más ama”. ¿Has llorado alguna vez por tu Señor? ¿Has comprendido de tal manera lo que hizo por ti, que te has quebrantado? ¿Hasta dónde llega tu amor por el Señor? ¿Darías tu vida por Él?

Estamos viviendo el periodo de la gracia, aún así recordemos todos los mártires de la cortina de hierro. Los mártires de la Unión Soviética. Aquellos que crearon la Iglesia Subterránea. Sin ir muy lejos, los que murieron en Colombia por predicar el Evangelio cuando no existía libertad de cultos. Deberíamos leer el libro de la “Historia del cristianismo en Colombia” para entender cómo sembraron nuestros antecesores. Para nosotros todo ha sido fácil, tal vez por eso no valoramos su pasión, muerte y resurrección.

Siguiendo con Juan, dice el Evangelio que el Señor Jesús se les apareció a sus discípulos en diferentes ocasiones y la primera vez no se encontraba entre ellos Tomas. Quizá tú dices como él: “Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré”. Verso 25. Dice más adelante el Evangelio de Juan: “Jesús hizo muchas otras señales milagrosas en presencia de sus discípulos, las cuales no están registradas en este libro. Pero éstas se han escrito PARA QUE USTEDES CREAN QUE JESÚS ES EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS, Y PARA QUE AL CREER EN SU NOMBRE TENGAN VIDA”. Capítulo 25:30-31.

¡Jesús se levantó, Jesús resucitó! Como dice la canción que aprendí recién me convertí: “Por ti, por mí resucitó, Jesús el Hijo de Dios. De la muerte nos libró. Su tumba vacía quedó”. Ni los seguidores de Mahoma, ni de Marx, ni de ningún otro líder político o religioso, pueden decir que sus tumbas están vacías. Nosotros los cristianos podemos ufanarnos, porque nuestro Dios, SI LO HIZO. Nuestro Dios, es el Dios verdadero.

¿Quieres resucitar con Cristo? Entrégale tu vida a Él.

Un abrazo y bendiciones.

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