El rey se quitó el anillo con su sello, el cual había recuperado de Amán, y se lo obsequió a Mardoqueo. Ester, por su parte, lo designó administrador de las propiedades de Amán.
Ester 8:2. NVI.
Lectura: Ester
8:1-17. Versículo del día: Ester 8:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Después de la muerte del
malvado de Amán que quería exterminar a todo el pueblo judío, el rey Asuero le
pasó los bienes de Amán a Mardoqueo; pues Ester le comentó su parentesco. El
rey tuvo en cuenta la nueva petición de la reina Ester, de poner fin al plan que
Amán había maquinado para exterminar a los judíos de todas las provincias del
reino y que expidiera una contraorden que invalidara esos decretos. El decreto
se firmó y se selló con el anillo real de tal manera que no se podía revocar.
Nuevamente, el Señor nos
demuestra que Él no se queda con nada guardado sea una actuación buena como la
de Mardoqueo a favor del rey cuando intentaron matarlo y como la de Amán,
queriendo hacer daño, no solamente a Mardoqueo sino a todo su pueblo. De este
modo, vemos como Dios utilizó a una mujer no simplemente para salvar al pueblo judío
sino también para darle un tiempo de luz y de alegría, de júbilo y honor (v.
16). Aprendamos la lección: Ofrezcamos lo mejor de nosotros hacia los demás. La
Biblia nos dice que no nos cansemos de hacer el bien porque a su debido tiempo
cosecharemos (Gálatas 6:9).
Amado Señor:
gracias por constantemente enseñarnos a comportarnos para tener bendición de parte
Tuya. Permite que ante cualquier circunstancia seamos fieles a Ti y demostremos
mansedumbre con el prójimo como es tu deseo. Te alabamos Señor por tu inmensa
bondad y por llevarnos de tu mano por la senda correcta. Gracias, muchas gracias
buen Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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