Las moscas muertas apestan y echan a perder el perfume. Así mismo pesa más una pequeña necedad que la sabiduría y la honra juntas.
Eclesiastés 10:1. NVI.
Lectura: Eclesiastés
10:1-20. Versículo del día: Eclesiastés
10:1.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Cuán cierto es ese dicho
de Salomón! Infortunadamente los ojos están puestos para el momento de la caída,
pero cuando las cosas están bien o se está actuando correctamente, tal
pareciera que nadie lo ve. Solamente se necesita un tropiezo para que todo lo
bueno quede atrás. Un detalle pequeño pero significante es por ejemplo el de la
casa: una casa organizada puede pasar inadvertida, sin embargo, un día se deja
de arreglar; preciso aparece alguien y lo primero que va a decir será: ¿qué
mujer tan desorganizada! ¡Esa casa parece un basurero! Y muchos comentarios
más. La casa se arregla y es lo normal; nadie la detallará. No se arregla por
un día e inmediatamente se observa el desorden. Siempre he dicho que el oficio
de la casa es muy desagradecido. Si esto sucede con el mantenimiento del hogar,
¿qué no diremos en cuanto a comportamientos? Tal vez de ahí salió el dicho de: ‘lo
que haces con las manos lo destruyes con los pies’.
Personalmente creo, que
no por tener buenas actuaciones, vamos a no caer. Al contrario, el enemigo
estará más al acecho porque eso es lo que le interesa. Así que lo mejor es
aprender a ponderar lo bueno y a dejar lo malo a un lado.
Señor: enséñanos a
ser coherentes con nuestras palabras y acciones. Bien sabemos que no somos
perfectos y que en cualquier momento podemos caer. Necesitamos de Ti para saber
sortear estas situaciones y seguir adelante. Permite que nuestro actuar sea buscando
siempre el bien hacia los demás, y no nuestros propios gustos. También bendito
Señor ayúdanos a levantar a las personas con palabras positivas mirando sus
virtudes y olvidándonos de sus defectos, ya que nosotros también los tenemos.
Gracias, muchas gracias bendito Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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