—Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quita.
Lucas 10:41-42. NVI.
Lectura: Lucas 10:38-42. Versículo del día: Lucas 10:41-42.
MEDITACIÓN DIARIA
Marta, María y Lázaro
eran hermanos y muy amigos de Jesús. Jesús iba con sus discípulos camino a Jerusalén
entró a una aldea y Marta los recibió en su casa. Mientras María se sentó a los
pies del Señor, Marta se ocupó en preparar la comida y los quehaceres de la casa.
Marta entonces, recurre a Jesús para que le llame la atención a María por no
ayudarla, pero el Señor le responde a Marta con su amor característico. La Nueva
Traducción Viviente lo expresa así: “Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y
tan inquieta con todos los detalles!”. El Señor es todo un Caballero; no deja
de demostrarnos su amor, así sea para hacernos caer en cuenta de los errores. Él
le dice que María encontró algo más importante y nadie se la quitará. Alfonso
Ropero lo expresa muy bien en su Libro “La vida del cristiano centrada en
Cristo”; parafraseando yo: ‘Es que no debemos limitarnos solamente al perdón de
los pecados y la promesa de la vida eterna, dejando en un segundo plano el
camino más excelente de lo que Dios ha hecho por cada uno en su Hijo’. Creo que
el detalle está en esa relación íntima y personal con Cristo, que si vemos, eso
fue lo que hizo María al buscar un tiempo especial con su Señor.
Este mensaje no solamente
es para las mujeres. Igual puede suceder a los señores que muchas veces se
enfrascan en sus trabajos y dejan por fuera al que les ha dado ese trabajo: el
Señor. Creo que por eso hay que aprender a atender prioridades cuando es el
tiempo exacto. No quiere decir de ninguna manera que las mujeres nos olvidemos
de nuestras obligaciones como amas de casa u otro trabajo, ni que los hombres dejen
sus trabajos. Hay que ser sabios para manejar estas situaciones y vivir los momentos
en su Presencia como únicos.
Amado Señor: te
damos gracias por enseñarnos a tener prioridades y a saber que la intimidad
Contigo es básica en nuestro diario vivir. Permite que siempre tengamos el
tiempo disponible para buscarte y hablarte como al mejor de los amigos. No
dejes que nos envolvamos solamente en trabajo y nos olvidemos de Ti. Que el
tiempo que pasemos Contigo sea tan enriquecedor que renueve nuestro caminar momento
a momento pegados de Ti. Gracias bendito Señor. ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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