Mujeres fuertes y decididas

—¡Está bien, iré contigo! —dijo Débora—. Pero, por la manera en que vas a encarar este asunto, la gloria no será tuya, ya que el Señor entregará a Sísara en manos de una mujer. 

Jueces 4:9. NVI.

Lectura: Jueces 4:1-23.  Versículo del día: Jueces 4:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Débora, una mujer guerrera y valiente. Fue juez de Israel y por mandato del Señor encomendó a Barac reunir un ejército de diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de Zabulón para hacerle frente a los cananeos del rey de Jazor porque Dios les daría la victoria (vv. 6-7). Barac hizo lo ordenado por Débora y salió al combate. Sísara hizo lo mismo con sus carros y soldados marchando desde Jaroset Goyim hasta el arroyo Quisón (vv. 10.13). “Entonces Débora le dijo a Barac: —¡Adelante! Este es el día en que el Señor entregará a Sísara en tus manos. ¿Acaso no marcha el Señor al frente de tu ejército?” (v. 14). Cuando Barac atacó, el Señor creó confusión entre los del ejército de Sísara al punto que Sísara bajó de su carro y huyó a pie. Barac mientras tanto derrotó a todos los soldados y carros del enemigo. Sísara entró a la carpa de Jael, esposa de un quenita porque había buenas relaciones entre el rey de Jazor y el clan de Héber el quenita. Allí lo escondió Jael y mientras Sísara dormía, lo mató enterrándole una estaca en la sien. Así les dio el Señor la victoria a los de su pueblo y se cumplió lo profetizado por Débora (vv. 15-21).

Gran ejemplo de mujer talentosa como líder, jueza, profeta y guerrera. Su oficio como jueza de Israel le mereció el reconocimiento de los de su pueblo. La mujer virtuosa de Proverbios 31 es sin duda alguna, una líder en su casa y comarca, como también guerrera que se enfrenta a los pormenores de su hogar y sabe exactamente de quién depende su vida, y en Débora lo vimos.

Amado Señor: Gracias por la enseñanza dejada a través de Débora. Deseamos ser mujeres fuertes, decididas, fuente de consuelo en momentos de dificultad y dolor. Danos las habilidades necesarias para ejercer el liderazgo en el medio donde nos has puesto; Llénanos de tu sabiduría para también saber aconsejar cuando nos pidan una opinión o parecer. Gracias bendito Dios y Señor nuestro.

Un abrazo y bendiciones.