miércoles, 10 de marzo de 2021

Volvamos a reconstruir nuestro templo personal

 Así dice ahora el Señor Todopoderoso: ¡Reflexionen sobre su proceder! Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco; comen, pero no quedan satisfechos; beben, pero no llegan a saciarse; se visten, pero no logran abrigarse; y al jornalero se le va su salario como por saco roto. 

Hageo 1:5-6. NVI.


Lectura: Hageo 1:1-15.  Versículos del día: Hageo 1:5-6.


MEDITACIÓN DIARIA


El Señor le está hablando aquí al pueblo de Judá por medio del profeta Hageo. Los está exhortando a reconstruir el templo. Más adelante les da la razón del porqué les pasa eso: “¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes solo se ocupan de la suya! —afirma el Señor Todopoderoso—” (v. 9b).

Le estaba preguntando al Señor por qué sucedían esas cosas puesto que sí, lo he visto no solo en otros cristianos sino en mi propia vida y al darme la respuesta caí en cuenta que, al recibir al Señor Jesús en nuestras vidas, el templo somos nosotros mismos. “¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños” (1 Corintios 6:19). Vale la pena preguntarnos ¿cómo está mi casa? ¿Los cimientos están cumpliendo su misión? ¿No será que es el momento de revisar nuestras vidas y reconstruir nuevamente lo que hemos dejado deteriorar quizá por la misma rutina, por el halago, por el pecado, por el afán del mundo o por habernos creído el cuento de que ya nos las sabemos todas? Volvámonos a nuestro primer amor con el Señor y la casa volverá a su orden normal.


Amado Jesús: te pedimos perdón porque nos hemos dejado envolver por lo cotidiano y mundano al punto de olvidar lo que hiciste por nosotros. Gracias porque hoy especialmente a mí, me muestras el declive que he tenido en mi vida espiritual. Me he dejado llevar por la costumbre y el tedio y aún así yo te doy gracias porque nunca has dejado de proveernos ni de estar a nuestro lado. Definitivamente tu amor va más allá de mis límites. Oro por cualquiera de mis hermanos que esté afrontando la misma situación, para que renueve su corazón hacia Ti y pueda contemplar Tu gracia que es abundante y misericordiosa. Gracias, muchas gracias buen Dios y Señor.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: