jueves, 25 de marzo de 2021

También necesitamos vestirnos con ropas espléndidas

 Así que el ángel les dijo a los que estaban allí, dispuestos a servirle: ¡Quítenle las ropas sucias! Y a Josué le dijo: Como puedes ver, ya te he liberado de tu culpa, y ahora voy a vestirte con ropas espléndidas. 

Zacarías 3:4. NVI.


Lectura: Zacarías 3:1-10.  Versículo del día: Zacarías 3:4.


MEDITACIÓN DIARIA


En su visión Zacarías ve al sumo sacerdote que era Josué vistiendo ropas sucias y Satanás situado a su mano derecha, acusándolo. Recordemos que es lo que sabe hacer el enemigo: acusarnos a toda hora. Pero ¿qué pasó? El mismo ángel del Señor sale en su defensa: “¡Que el Señor te reprenda, Satanás! ¿Acaso no es este hombre un tizón rescatado del fuego?” (v. 2b).

Ahora, situémonos en nuestro tiempo: bien es cierto que el hombre anda buscando caminos para encontrar a Dios; está alejado de Él. Se encuentra en un mundo completamente en caos que ha llegado ya al degenere total, sin respeto por la vida ni amor hacia el prójimo; por lo tanto, exactamente es un tizón, con ropas sucias y viles. Por eso necesita ser limpiado por el verdadero Sumo Sacerdote que es el Señor Jesucristo. Jesús de Nazaret es el único que perdona nuestros pecados y libera de toda culpa. Todos hemos pasado por el mismo proceso sin excepción alguna. Todos tuvimos la necesidad de ser limpiados y vestidos con ropas limpias; Satanás no tiene cabida en nuestras vidas, por lo tanto, ya no puede acusarnos. Y cuando el Señor vuelva así es que va a encontrar a su Iglesia que es su novia: con ropas limpias; vestida de lino fino y resplandeciente.


Amado Señor Jesús: te reconocemos como nuestro Sumo Sacerdote que perdonas todos los pecados y te aceptamos como el Señor y Salvador de nuestras vidas. Gracias porque nos acercamos a Ti sabiendo que no solamente nos perdonas, sino que también nos limpias. Rescata buen Dios a tantos que están atados como tizones en medio de un fuego devorador. Tráelos a tu reino y vístelos con ropas limpias y espléndidas. Gracias, muchas gracias mi Señor.


Un abrazo y bendiciones.

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