viernes, 12 de marzo de 2021

El Señor vela nuestro descanso

Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene. 

Salmo 3:5 NVI.


Lectura: Salmo 3:1-8.  Versículo del día: Salmo 3:5.


MEDITACIÓN DIARIA


Esta es la confianza que debemos tener: saber que nos acostamos y podemos dormir tranquilos porque nuestro buen Señor es quien vigila nuestro sueño. “En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado” (Salmo 4:8).

No hay nada más descansador y placentero que un buen sueño. Dormir es tan necesario como comer porque lo exige la misma supervivencia. El sueño es reparador de fuerzas y energía; ese descanso permite prepararse para el nuevo día. Dicen que dormir bien incrementa la memoria; protege el corazón y nos hace sentir relajados. Actualmente hay muchas personas que les cuesta dormir las horas necesarias. Personalmente considero que, si no se duerme completo en la noche, se trate de reponer ese sueño en el día si es que se puede. Cuando no dormimos bien, amanecemos agotados, con los ojos hinchados y semblante decaído. Creo que un buen método es dormirse en oración o escuchando la Palabra de Dios. Si nos acostamos en paz, no tenemos nada que temer; Alguien está velando nuestro sueño y cuidándonos mientras dormimos: “Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza!” (v. 3).


Amado Señor: gracias porque Tú Eres quien nos propicias el descanso. Gracias porque podemos confiar en que estás a nuestro lado cuidándonos mientras dormimos. Señor, si un día no despertamos que sea porque nos hemos ido Contigo y seguro pasaremos a gozar del mejor sueño hecho realidad. ¡Te amamos buen Señor, Amigo y Protector!


Un abrazo y bendiciones.

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