Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos.
Salmo 1:1 NVI.
Lectura: Salmo 1:1-6.
Versículo del día: Salo 1:1.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Con qué buen consejo
comienzan los Salmos? He entendido que ‘dichoso’ es tres veces bienaventurado.
Se puede interpretar también como feliz, afortunado, muy bendecido. Todo esto
encierra la primera palabra de los Salmos. O sea, que la persona que sabe buscar
sus compañías, elegir sus amistades, que no sigue los consejos de malos ni se
junta con los que se burlan de Dios, será comparado así: “Es como el árbol plantado
a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás
se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!” (v. 3). Por eso dice el dicho: ‘al que a buen árbol se
arrima, buena sombra lo acobija’.
Pienso que el ideal
cristiano es vivir en armonía especialmente con los hermanos. Sin embargo, creo
que el versículo está dado como una precaución, pero muy seguramente en el
plano real infortunadamente con los que muchas veces toca relacionarnos, son
los no creyentes en nuestro Dios. Entonces, actuando con sabiduría se puede
convivir con ellos, teniendo cuidado de no dejarnos influenciar por sus
posiciones. Pero que tenemos que ir a los no conversos, tenemos que ir.
Seguramente cosecharemos a su tiempo grandes frutos.
Como conclusión del tema
diré la siguiente frase de Martín Lutero que siempre me ha gustado: “No puedo
evitar que las aves vuelen sobre mi cabeza, pero sí puedo evitar que hagan nido
sobre ella”.
Amado Señor:
permite que nuestros tiempos con los que están afuera sea siempre de edificación.
Enséñanos a llevar las buenas nuevas a tanto necesitado que anda sin rumbo
fijo. Te pedimos prudencia, discernimiento y sabiduría para actuar como Tú lo
deseas, sin dejarnos llevar por sus ideas o creencias contrarias a tu Palabra.
Gracias bendito Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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