Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto; pero él puso la mano derecha sobre mí y me dijo: ‘¡No tengas miedo! Yo soy el Primero y el Último. Yo soy el que vive. Estuve muerto, ¡pero mira! ¡Ahora estoy vivo por siempre y para siempre! Y tengo en mi poder las llaves de la muerte y de la tumba.
Apocalipsis 1:17-18. NVI.
Lectura: Apocalipsis
1:9-19. Versículos del día: Apocalipsis
1:17-18.
MEDITACIÓN DIARIA
Si Jesús se te
apareciera, ¿qué harías? Muy seguramente
quedas pasmado. Y si fuera para decirte una profecía, creo que mucho más. Pues
bien, esto le sucedió al apóstol Juan. El Señor mismo lo buscó para revelarle
los acontecimientos de los últimos tiempos.
Exactamente Cristo es eso:
el Primero y el Último; el que estuvo muerto, pero vive para siempre. El que
tiene en su poder las llaves de la muerte y de la tumba. Todo lo que el Señor
le dio a conocer A Juan es para su cumplimiento y así sucederá. No se te ha
parecido en visión ni en forma corporal, pero, tienes su Palabra revelada para
ti. Por eso hoy te invito a que le creas y sabiendo que Él tiene en su poder
las llaves de la muerte, le entregues tu vida para que de este modo puedas vivir
y gozar una vida eterna a su lado. Te sugiero entonces, una oración.
Señor Jesús:
reconozco que Tú Eres el Alfa y la Omega. Que moriste por mis pecados y venciste
a la muerte para darme vida eterna. Hoy decido Jesús aceptarte como mi Único y
Suficiente Señor y Salvador; perdona mis pecados; toma mi vida; te la entrego
para que hagas de mí la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme,
limpiarme y por el derecho que me otorgas de pertenecer a tu reino. En tu Nombre
Jesús, amén.
Un abrazo y bendiciones.
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