Yo sé de tu sufrimiento y tu pobreza, ¡pero tú eres rico!
Apocalipsis 2:9a. NTV.
Lectura: Apocalipsis
2:8-11. Versículo del día: Apocalipsis
2:9a.
MEDITACIÓN DIARIA
Ante el regalo inmerecido
de la salvación, no hay nadie que pueda decir que es muy sufrido o en extremo
pobre, porque el Señor mismo tomó su lugar para perdonarnos y darnos vida
eterna juntamente con Él. De verdad que también creo que en Occidente las cosas
para los cristianos son muy fáciles. Miremos la situación en el Oriente Medio y
podemos sacar conclusiones. Sí tendremos aflicciones porque la vida cristiana
no es de casa, carro y beca. El Señor mismo lo dijo: “Les he dicho todo lo
anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y
tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo” (Juan 16:33 NTV).
Las pruebas que hemos
tenido que afrontar no son ni parecidas a las que nuestros hermanos en el
Oriente Medio padecen. Ellos directamente es muerte por llevar el Evangelio del
Señor, mientras que en Occidente todavía existe la libertad de expresión y por
ende de creencia.
Démosle gracias al Señor
porque somos en verdad, ricos, muy ricos. Con Cristo Nuestro Señor, lo tenemos
todo.
Amado Señor Jesús:
muchas gracias porque un día nos miraste con misericordia y nos cautivaste con
tus lazos de amor. Gracias por la paz que has traído a nuestras vidas y por la
confianza que tenemos en Ti, de ir a gozar una vida eterna a tu lado, cuando
nos llegue el momento de partir hacia la Patria Celestial. ¡Contigo tenemos
toda la riqueza espiritual!
Un abrazo y bendiciones
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