lunes, 2 de diciembre de 2019

No somos más que barro en sus manos


¡Ay del que contiende con su Hacedor! ¡Ay del que no es más que un tiesto entre los tiestos de la tierra! ¿Acaso el barro le reclama al alfarero: ¡Fíjate en lo que haces! ¡Tu vasija no tiene agarraderas!? 
Isaías 45:9. NVI.

Lectura: Isaías 45:8-13.  Versículo del día: Isaías 45:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Muchas veces no entendemos la voluntad de Dios y en vez de sobrellevar ciertas cargas que nos son difíciles, lo que hacemos es reclamarle a Dios y hacerle un sinfín de ‘¿por qué?’, sin tener en cuenta más bien el ‘¿para qué?’. “Así dice el Señor, el Santo de Israel, su artífice: ¿Van acaso a pedirme cuentas del futuro de mis hijos, o a darme órdenes sobre la obra de mis manos?” (v. 11).
 “A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano” (Isaías 64:8). Estamos llenos de imperfecciones, pero cuando vamos al Señor, le decimos por lo general: ‘haz de mí, la persona que deseas que yo sea’. Sin embargo, cuando empieza a moldearnos queremos gritarle: ‘¡Ya, basta!’. En alguna parte leí al respecto que todo alfarero necesita agua para ir moldeando su escultura y que Jesús es nuestra agua viva (Juan 7:38). Entonces vamos siendo perfeccionados hasta llegar al molde que Él quiere tener. Este molde necesita ser sólido y por lo tanto será puesto al fuego para que sea consistente. Es ahí, cuando no entendemos las dificultades ni aflicciones y nos cuesta resistirlas. Lo mejor que podemos hacer es descansar en su Palabra y dejar que siga trabajando en nosotros hasta que logre su objetivo. Al fin de cuentas no somos más que barro en sus manos.

Padre: somos simplemente barro del suelo. Solamente porque Tú nos miraste con amor nos has tomado en tus manos para darnos forma, pero ¡cuánto nos cuesta dejarnos moldear a tu voluntad! Papito amado, no tengas en cuenta nuestra rebeldía y terquedad y prosigue tu trabajo. Gracias porque al final te deleitarás con tu obra majestuosa hecha, en cada uno de nosotros.

Un abrazo y bendiciones.   

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