En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado.
Efesios 1:5-6. NVI.
Lectura: Efesios 1:1-14. Versículos del día: Efesios 1:5-6.
MEDITACIÓN DIARIA
Dios nos ha bendecido en
las regiones celestiales con toda bendición en Cristo (v. 3). Dios, el Padre de
nuestro Señor Jesucristo nos atrajo hacia Él con amor para ser adoptados como
sus hijos, con un propósito de acuerdo a su voluntad y que vivamos para
alabarle en medio de su gloriosa gracia. En resumen, Dios nos regaló amor,
adopción, propósito y gracia. Aparte de esto, lo más importante, redención con
el perdón de pecados.
¡Qué más podemos pedir! Imposible
dejar pasar este tiempo sin recordar que Jesús vino a la tierra solo con el fin
de traernos tan grande bendición. La profecía se cumplió: “La virgen concebirá
y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel que significa Dios con nosotros”
(Mateo 1:23). Sí; Jesús, ese Niñito nacido en un humilde pesebre, se hizo
hombre solamente con el gran propósito de salvarnos. Paradójicamente celebramos
su cumpleaños, pero en vez de darle nosotros un obsequio, es Él mismo quien nos
lo ofrece. Tú, ahora puedes recibir de Él todos sus regalos. Solamente tienes
que voltear tu mirada a Jesús y recibirlo en tu corazón. Te invito a que lo
hagas:
Amado Jesús: te doy
gracias por venir a este mundo solamente con el fin de darme la salvación. Toma
mi vida, te la entrego para que hagas de ella de acuerdo a tu voluntad. Gracias
por perdonarme, limpiarme, darme un propósito y permitirme vivir bajo tu gracia.
Te alabo y te adoro bendito Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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