Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: ¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Juan 1:29. NVI.
Lectura: Juan
1:29-34. Versículo del día: Juan 1:29.
MEDITACIÓN DIARIA
Juan el Bautista sabía
muy bien a quién se refería cuando afirmaba: “¡Aquí tienen al Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo!”. Sí, él vino precisamente a prepararle el
camino al Señor Jesús y eso era exactamente lo que estaba haciendo: anunciando
que ningún otro puede quitar el pecado del mundo sino solamente Jesús. Juan el
Bautista vio cuando el Espíritu descendió sobre Él y se le reveló que era quien
bautizaría con el Espíritu Santo. O sea: nos redime del pecado y además nos
bautiza con el Espíritu Santo.
Yo sigo insistiendo: hay
que aprovechar este tiempo en que estamos esperando celebrar el nacimiento de
Jesús, para darle como regalo de cumpleaños nuestra propia vida. Seguro que
será lo más preciado para el Señor porque con ese fin vino al mundo: salvar a
la humanidad. Yo te aliento para que no desperdicies la oportunidad de permitirle
que entre a morar en el pesebre de tu corazón. Si te parece, te puedo guiar con
una breve oración. Dile así:
Señor Jesús: yo te
necesito y te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador.
Deseo que vengas a morar conmigo y me bautices con tu Santo Espíritu. Gracias
por perdonarme, limpiarme y hacer de mí, la persona que deseas que yo sea.
Gracias también porque puedo contar desde ahora con la guía de tu Espíritu.
Un abrazo y bendiciones.
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