miércoles, 25 de diciembre de 2019

No es cualquier noticia; es ¡la única e inigualable noticia!


Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 
Lucas 2:11. NVI.

Lectura: Lucas 2:8-20.  Versículo del día: Lucas 2:11.

MEDITACIÓN DIARIA

La misma noche del nacimiento de Jesús, había cerca unos pastores que cuidaban sus rebaños; de repente se les apareció un ángel y la gloria de Dios brilló alrededor de ellos. Los pastores se asustaron, “Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo” (v. 10). Sí; ¡la maravillosa noticia!, dada a unos humildes pastorcitos pero que abarcaba a toda la humanidad. El Salvador que acababa de nacer en Belén ¡es el Mesías, es el Señor! Y por supuesto había gozo en los cielos y en la tierra: “De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (vv. 13-14). Ante esto, los pastores se fueron de prisa a Belén y en efecto encontraron a María, a José, y al niño acostado en el pesebre. Ellos narraron todo lo sucedido y los que lo oyeron se admiraron de oírlos. María quedó impresionada por todo esto y los pastores volvieron a su campo para continuar su labor. Iban llenos de gozo alabando a Dios por lo que habían visto y oído (vv. 15-20).
Tal como estaba anunciado en las Escrituras: “Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” (Isaías 9:6). Este niñito nacido humildemente es nuestro Dios verdadero y el único que puede darnos la perfecta paz. Él es el Mesías prometido; es el que en su primera venida sufrió llevando sobre sus hombros todo el peso del pecado de la humanidad. Murió clavado en una cruz pero Dios el Padre lo resucitó para que los que llegaran a creer, tuvieran vida eterna juntamente con Él. ¡Una gran noticia! ¡La mejor de las noticias! Esta no es cualquier noticia. Es la noticia que nos da regocijo, paz y esperanza de un futuro cierto.  

¡Gloria a Dios en las alturas! Gracias bendito Dios porque a pesar de ser como somos, tuviste misericordia dándonos a tu Único Hijo para venir a salvarnos. Gracias Señor Jesús porque desde tu mismo nacimiento hubo alegría y regocijo en la tierra con tu llegada. ¡Te amamos bendito Jesús! Te entregamos nuestras vidas para que hagas de ella conforme a tu buena voluntad.

Un abrazo y ¡Felices Pascuas!


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