miércoles, 4 de diciembre de 2019

Gracia y libertad para ofrecer amor


Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la ley han roto con Cristo; han caído de la gracia. 
Gálatas 5:4. NVI.

Lectura: Gálatas 5:1-15.  Versículo del día: Gálatas 5:4.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Pablo nos sigue insistiendo sobre la libertad que nos da la gracia: “Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud” (v. 1). Hay que tener plena certeza de: ¿en quién hemos creído? Y ¿Qué hemos creído? Porque no podemos dejarnos llevar por falsas creencias que nos hacen desviarnos de la verdad y volvemos a la esclavitud: “Nosotros, en cambio, por obra del Espíritu y mediante la fe, aguardamos con ansias la justicia que es nuestra esperanza” (v. 5). Dice aquí la lectura: “Tal instigación no puede venir de Dios, que es quien los ha llamado” (v. 8). Sí; Dios fue quién nos buscó y amó de tal manera que nos dio a su Hijo. Con Cristo somos completamente libres, “pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones” (v. 13b); más bien su Palabra nos insta a servirnos unos a otros con amor. “En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: Ama a tu prójimo como a ti mismo” (v.14). Se nos ha dado gracia y libertad para nosotros ofrecer amor.
Resumiendo, como conclusión: vivamos la gracia con entera libertad, pero en vez de dejarnos llevar por las pasiones, ofrezcamos el mismo amor que hemos recibido, a nuestro prójimo. El amor al prójimo viene a reemplazar toda la ley. Es el mandato nuevo dejado por el Señor Jesús: “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros” (Juan 13:34). Si practicáramos los cristianos el verdadero amor, no estaría este mundo tan convulsionado como está.

Señor Jesús: gracias por recalcarnos tanto sobre la gracia y la libertad que tenemos Contigo. Baja esta verdad a nuestros corazones para que aprendamos a vivir sin ataduras y llevados únicamente por el amor profundo tuyo, que nos cautiva para no caer y para devolver de lo que hemos recibido a todos los que están a nuestro alrededor. Muchas gracias buen Señor por escuchar esta petición.

Un abrazo y bendiciones.

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