—¿De dónde me conoces? —le preguntó Natanael. —Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto.
Juan 1:48. NVI.
Lectura: Juan
1:35-51. Versículo del día: Juan 1:48.
MEDITACIÓN DIARIA
Natanael fue de los
primeros discípulos de Jesús. Sin embargo, cuando Felipe lo invitó a ver a
Jesús de Nazaret, sus palabras fueron despectivas: “—¡De Nazaret! —replicó
Natanael—. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? —Ven a ver —le contestó
Felipe” (v. 46). Se convenció porque el Señor dijo de él: “Aquí tienen a un
verdadero israelita, en quien no hay falsedad. —¿De dónde me conoces? —le
preguntó Natanael. —Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la
higuera, ya te había visto” (vv. 47-48).
Hoy, en pleno siglo XX1
Jesús también te llama para que lo sigas. Tal vez tampoco crees que sea el
Enviado por Dios para restaurar la relación perdida con Él, desde miles de años
atrás. Déjame decirte que el Señor también puede permitir que suceda algo extraordinario
en tu vida para que creas que Él es el Salvador del mundo. También te ha visto reír,
llorar, caminar sin rumbo; en soledad, desorientado, desanimado y equivocado. Él
es el puente que simplemente hay que cruzar para volver a los brazos de nuestro
Padre Celestial. No cierres tus oídos a su llamado; el tiempo se acaba y quizá
ya no exista otra oportunidad. ¡síguele! No te arrepentirás y si ganaras la
vida eterna a su lado. Te invito a orar en este momento:
Señor Jesús: te necesito;
te abro la puerta de mi vida y decido seguirte para que seas mi Señor y Salvador.
Toma el control del trono de mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea.
Gracias por venir a salvarme. Te pido perdón por mi falta de fe y no creerte.
Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo. En tu Nombre
Jesús, amén.
Un abrazo y bendiciones.
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