Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido.Génesis 28:15.
Lectura: Génesis
28:1-22. Versículo del día: Génesis
28:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Miremos lo que el Señor
le revela a Jacob: Estoy contigo; te protegeré por donde quiera que vayas; te
traeré de vuelta a esta tierra; no te abandonaré hasta cumplir todo lo que te
he prometido. No solamente son para Jacob
estas palabras; son para cada uno de nosotros porque Dios siempre cumple lo que
promete y así hará. Jamás dejará su obra
inconclusa porque Él es fiel; su fidelidad nunca se agotará. Si lo dijo, lo
hará porque el Señor no miente ni se detiene, así creamos que se ha olvidado
por las diferentes circunstancias que nos rodeen. Él se encargará nuevamente de sacarnos
adelante, de guardar el camino por donde nos conduciremos y por más que sintamos
ahogarnos en aguas turbulentas estará ahí. Sus promesas van enlazadas con su
propósito y no parará hasta verlas concluidas.
Nos
corresponde estar firmes, creer lo que dice la Escritura y no mirar atrás. Cada
promesa es una realidad en nuestras vidas. Recordemos algo de su Palabra para que nuestra fe se afiance y prosigamos seguros:
“Dios no es un simple mortal para
mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo
que dice?” (Números 23:19); “El Señor mismo marchará al frente de ti y estará
contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes”
(Deuteronomio 31:8); “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te
angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con
mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10); “Cuando cruces las aguas, yo
estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando
camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas” (Isaías 43:2);
“¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar
en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó
por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas
las cosas?” (Romanos 8:31-32); “Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el
Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y
muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos”
(Deuteronomio 7:9). “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás
pasarán” (Mateo 24:35).
Amado Señor:
Gracias por tu Palabra que es verdad y es vida. Es el alimento diario que nos
ayuda a sostenernos y a entender que eres Dios Inigualable. Gracias por tus
promesas y porque no dejarás ni una sola de ellas sin cumplimiento porque todas
están guardadas en el propósito que tienes con cada uno de nosotros. ¡Bendito
eres Señor!
Un
abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario