domingo, 18 de enero de 2015

Su gran poder es inescrutable




Pero el Señor le dijo a Abraham: —¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que podrá tener un hijo en su vejez?  ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? El año que viene volveré a visitarte en esta fecha, y para entonces Sara habrá tenido un hijo. 
Génesis 18:13-14.


Lectura: Génesis 18:1-15.  Versículos del día: Génesis 18:13-14.

MEDITACIÓN DIARIA

A Sara le pareció difícil creer que ya siendo de edad avanzada, tanto Abraham como ella pudieran gestar un hijo. “¿Acaso hay algo imposible para Dios?”; las mismas palabras dichas por el ángel cuando le anunció a María que Elisabet su parienta, también tendría un hijo en su vejez (Lucas 1:37). Dos ejemplos claros en las Escrituras donde el Señor demuestra que es el Dios Todopoderoso, porque lo que para los hombres es imposible, para Dios es posible. La humanidad o la ciencia pueden decir: no; pero Dios dice: .
Creamos lo que nos dice nuestro Dios de los imposibles; pongamos en sus manos aun aquellas peticiones que con nuestros ojos vemos como absurdas. El mismo Señor Jesús cuando sanó al muchacho endemoniado corroboró la grandeza de Dios al decir: “Para el que cree todo es posible” (Marcos 9:23b). Pero notemos que el Señor agregó algo más: “Para el que cree”. Sin embargo, cuando Dios dice que lo hará, lo hará como en el caso de Sara.  Él es soberano y puede hacerlo creyendo la persona o no creyendo. Como la fe mueve montañas, si nos parece tan difícil sinceramente digámosle como el padre del muchacho: “¡Sí creo! ¡Ayúdame en mi poca fe!” (Marcos 9:24). La sinceridad es básica en nuestra relación con Dios. Él nos conoce y sabe todo pensamiento que se cruce en nuestra mente; lo mejor es hablarle sin tapujos y con corazón veraz.

Amado Señor y Dios: Gracias te damos porque tu gran poder es inescrutable; no alcanzamos a entenderla humanamente porque es tributo divino y nuestra mente no la concibe. Sólo te pedimos que aumentes nuestra fe para tener la certeza que cumplirás todo lo que nos has prometido porque tu fidelidad y amor son inagotables. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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