viernes, 16 de enero de 2015

Si lo destronamos no lo honramos




Sólo al Señor Todopoderoso tendrán ustedes por santo, sólo a él deben honrarlo, sólo a él han de temerlo. 
Isaías 8:13.


Lectura: Isaías 8:11-17. Versículo del día: Isaías 8:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Debemos honrar y dar gloria a Dios en todo momento pero se nos olvida con frecuencia hacerlo. “Tú, y sólo tú, eres de temer. ¿Quién puede hacerte frente cuando se enciende tu enojo?” (Salmo 76:7).  Conocemos al Señor y por su gracia somos salvos; entonces en lo profundo del ser se propone darle campo al Señor para cambiar la vieja naturaleza por la nueva, pero no se hace. Destronamos del cetro al que debe de estar sentado siempre allí; y nuestro ego vuelve a tomar el control de nuestra vida. El Señor es un caballero y respeta el libre albedrío. Él no pasa más allá de lo que le permitimos. Lo triste es que después muchos salen a decir que es mentira la obra de Jesús porque en sus vidas no han visto cambio alguno, sin entender que si no le entregamos todas las áreas, el Señor no puede obrar. Infortunadamente por eso, las iglesias están llenas de cristianos carnales y no espirituales.
El Señor desea moldearnos e ir transformándonos a la estatura de Cristo y debemos disponernos para ello. En mi concepto eso es temerle porque el temor a Dios no es de miedo o susto, es de reverencia y sometimiento a Él y su Palabra. “¿Quién no te temerá oh Señor? ¿Quién no glorificará tu nombre? Sólo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque han salido a la luz las obras de tu justicia” (Apocalipsis 15:4). Permitámosle al Señor completar la buena obra que empezó entregándole todo el dominio de nuestro ser; y pidiendo la dirección y consejo de su Santo Espíritu.

Amado Señor: Queremos disponernos completamente para honrarte y adorarte como mereces. Te rogamos que pongas en nuestro corazón el querer como el hacer tu santa voluntad, para en verdad ir creciendo en sabiduría y gracia delante de Ti y permitirte hacer completa la obra regeneradora que deseas, de acuerdo al propósito que tienes para cada uno de los que has escogido. Gracias Señor y gracias bendito Espíritu Santo que nos das todo el poder para salir avante en el camino trazado. ¡Quién no te temerá oh Señor y glorificará tu Nombre¡

Un abrazo y bendiciones.


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