¡Que el Señor te recompense por lo que has hecho! Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te lo pague con creces.Rut 2:12.
Lectura: Rut
2:1-23. Versículo del día: Rut 2:12.
MEDITACIÓN DIARIA
Si nos ponemos en los
zapatos de Rut, no debió ser nada fácil dejar su tierra, su parentela,
costumbres y dios, para volcarse completamente hacia las creencias de su
suegra. El solo hecho de llegar como desconocida a una tierra extraña y saber
que todas las miradas estaban puestas en ella, debió ser estresante. Pero
también cuánta tranquilidad y satisfacción quizá sintió, al escuchar palabras
amables y sinceras como las de Booz que resultó ser uno de los parientes más
cercanos a la familia de Nohemí.
Considero que hay dos
aspectos para tener en cuenta: el primero, que a veces creemos que es
casualidad todo lo que nos pasa sin entender que es Dios quién está en medio encausando toda
situación: “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más
altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías 55:9). Es el Señor el que mueve todas las fichas de
nuestra vida, porque así no lo comprendamos todas las cosas nos ayudan para
bien (Romanos 8:28). El plan de Dios se cumpliría en la vida de Rut.
El otro punto para
resaltar es entender cuán necesario es saber dar amor y comprensión a las
personas cuando llegan a un sitio que no es su terruño y que por circunstancias
adversas tienen que enfrentar. Me parece importante destacarlo porque somos
indiferentes ante el dolor y la tragedia ajena. En el pasaje vemos cómo el
capataz le habló a Booz con misericordia sobre Rut y cómo Booz a su vez dio la
orden de ayudarla antes que molestarla y ella se avergonzara (vv. 14-16). Aprendamos
la lección: si hoy sembramos con los que nos necesitan, mañana cosecharemos de
igual manera.
Amado Señor: Gracias
por tu Palabra. Gracias por enseñarnos que siempre vas adelante abriéndonos puertas
y dirigiendo la senda por la que nos encauzarás para cumplir tu propósito en
nuestras vidas. Gracias también porque nos enseñas que con la medida que
medimos, con esa misma seremos medidos.
Un abrazo y
bendiciones.
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