sábado, 17 de enero de 2015

Cántico al Dios de mi vida



Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos. 
Salmo 139:16.


Lectura: Salmo 139:1-18; 23-24.  Versículo del día: Salmo 139:16.

AL DIOS DE MI VIDA

Al Dios de mi vida que merece toda la honra, la gloria, la alabanza, el honor y la victoria. Al Dios que me formó en el vientre de mi madre y diseñó todos mis días y no le fue oculto ni uno solo de ellos. Al Dios que me levanta, me protege, me cuida y arrulla. Al Dios de mi salvación, Rey de reyes y Señor de señores:
¡Cuánto te amo mi Señor! Eres el Dios que me acompaña, mi roca, mi refugio, mi amparo y mi fortaleza. Todos mis caminos te son familiares; aun las palabras que salen de mi boca, ya las conoces porque ya las sabes todas. Estoy en la palma de tu mano y tu amor me envuelve por completo. Todo mi ser te anhela. ¡Tengo sed de ti mi Dios!
Cuando has visto mi aflicción y mi tristeza nunca me has abandonado. Haz tomado mis lágrimas en la redoma de tu canto para hacer de ellas un manantial que calme mi alma sedienta. Me has mirado con ternura y me arrullas cada vez que siento soledad y tengo frío. ¡Oh Señor! Si quisiera salir de tu presencia, huir de tu Espíritu, sé que no me dejarías porque incluso allí me sostendrías. Tu amor se eleva tanto, que es incomprensible para mí. Sólo sé que soy obra de tus manos, tu creación perfecta y por eso te alabo mi Señor. ¿Cómo no dedicarte mi canto  y alabanza por tanto amor que me has brindado? ¡Gracias, muchas gracias por mi vida! ¡Gracias mi Papito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

  

No hay comentarios: