Sin embargo, como está escrito: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman».1 Corintios 2:9.
Lectura: 1 Corintios
2:6-16. Versículo del día: 1 Corintios
2:9.
MEDITACIÓN DIARIA
Mi mente no alcanza a
imaginar, cuántas cosas hermosas tendremos en la patria celestial. A grandes rasgos sabemos por la Biblia que
serán calles de oro, mar de cristal, adornadas con las más preciosas piedras (Leer
Apocalipsis 21 y 22:1). Sin embargo, tal parece que eso será lo mínimo. ¡Qué descanso! ¡Qué esperanza tan gloriosa! Tanto afán en este mundo quedará sin interés
alguno en nuestro añorado hogar. ¿Qué
sorpresas maravillosas serán las preparadas por nuestro buen Señor? ¡Las esperamos, como los niños esperan su
piñata de cumpleaños gozosos!
Mi intención es que no
te quedes por fuera de esta gran ciudad. La única condición que Dios te pone,
es que aceptes el sacrificio de su Hijo Jesucristo. Él único que puede llevarnos al camino de la
vida eterna.
Amado Dios: Gracias
porque no solamente te preocupas por darnos bienestar en esta vida terrenal,
sino que también como buen Padre amoroso, nos tienes preparado el mejor de los
recibimientos y una vida eterna llena de extraordinarios tesoros inimaginables
a nuestra vista y mente humana. Te pedimos porque toques los corazones
endurecidos y permitas que ellos también entren a gozar de tan maravillosas
sorpresas.
Un abrazo y bendiciones.
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