miércoles, 21 de mayo de 2014

Seguir las disposiciones de Dios



No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y sólo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio. 
1 Corintios 7:5.


Lectura: 1 Corintios 7:1-7.  Versículo del día: 1 Corintios 7:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Si los cristianos queremos llevar un matrimonio sólido, debemos hacer las cosas como nos lo manda la Palabra de Dios.  Considero que este versículo está especialmente escrito para los cristianos porque es muy difícil que una pareja (hombre-mujer), con el vínculo del matrimonio, pueda decidir en determinada situación que se van a dedicar a la oración por un tiempo y que por consiguiente no tendrán relaciones.  La verdad, siendo muy sincera,  aun poco se ve en parejas cristianas.  Lo que sí se sabe por encuestas y estadísticas es que se niegan el uno al otro., especialmente en el caso de las mujeres.
Dios desea que nuestros matrimonios sean verdaderos testimonios pero infortunadamente también entre los cristianos se aprecian muchas separaciones y últimamente han aumentado.  Nos dejamos llevar por las mismas situaciones del mundo y no se busca ayuda ni en la iglesia ni por fuera  para tratar de arreglar las cosas.  Sin embargo, cuando se acercan a consejeros espirituales o psicólogos, una de las quejas más usuales es precisamente sobre el negarse.  Entonces, ¿qué sucede?  Como nos lo dice Pablo aquí en su carta: se cae en tentación por falta de dominio propio.  En otras palabras se va en busca de lo desconocido: adulterio.
Casi siempre en reuniones de parejas he escuchado este versículo muy especialmente para las mujeres, pero considero que es tanto para el uno como para la otra.  Nuestro matrimonio debe de estar tan ligado a la oración y a la búsqueda diaria de Dios teniendo siempre al Señor como cabeza, para que  no le demos a Satanás, el menor chance de entrometerse en la relación .  El enemigo luchará por destruirlo a costa de lo que sea.  Una de las victorias más grandes de Satán es romper hogares porque sabe todo lo que gana detrás de esto: cónyuges, hijos, familiares, allegados.  A todos impacta y de una manera fuerte.

Amado Señor: Hoy oramos no solo por nuestro matrimonio, también lo hacemos por los de nuestros hijos, hermanos, primos, sobrinos, demás familiares  y amigos, para que permitas que estos hogares se acrecienten edificados  completamente en tu Palabra. Señor, Tú eres un experto restaurador; reconstruye lo que esté deteriorado y vuelve a levantar aquellos que creemos ya están derrumbados.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: