Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice? Se me ha ordenado bendecir, y si eso es lo que Dios quiere, yo no puedo hacer otra cosa.Números 23:19-20.
Lectura: Números
23:1-26. Versículos del día: Números
23:19-20.
MEDITACIÓN DIARIA
Siguiendo con la
historia de Balán, nosotros, somos ahora el pueblo que le pertenece a Dios. Somos su nación santa, su real
sacerdocio, su linaje escogido (1 Pedro 2:9) ; y al igual que el Señor peleaba
por el pueblo de Israel, ahora lo hace con quienes hemos decidido ser sus
hijos. Lo que Dios dice lo cumple; le
dijo a Balán que Israel era un pueblo bendito y no dejaría pronunciar sobre
ellos ninguna maldición (Números 22:12), y así lo cumplió. “la maldición sin
motivo jamás llega a su destino” (Proverbios 26:2b). Cuando tenemos a Dios de nuestra parte,
¿quién puede estar en contra nuestra? (Romanos 8:31).
“Contra Jacob no hay
brujería que valga, ni valen las hechicerías contra Israel”. (v. 23a en la
lectura). Cambiemos el ‘Jacob’ y el ‘Israel’
por nuestro nombre. Esta es la certeza
que tenemos: Dios siempre estará ahí para bendecirnos y no dejará que nadie ni
nada nos atemorice, ni que recaigan las malas intenciones de otros para
hacernos mal. El Señor Jesús nos cubre con su sangre y Satanás no puede pasar
por encima de ella. ¡Gloria a Dios! La bendición de Dios impera sobre el mal y
nos llena, nos reconforta y nos libra del enemigo.
Amado Señor: Muchas gracias
porque nos das la convicción de que eres un Dios protector, que siempre a pesar
de nuestras caídas estás a nuestro lado y que nadie absolutamente nadie nos
puede hacer daño o separarnos de tu amor infinito. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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