¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos!Romanos 11:33.
Lectura: Romanos
11:33-36. Versículo del día: Romanos
11:33.
MEDITACIÓN DIARIA
La sabiduría y el
conocimiento de Dios son tan profundos como sus juicios indescifrables o
impenetrables sus caminos. Nos podemos
creer muy elocuentes, muy instruidos o muy inteligentes; pero llegará el
momento en que nada de eso servirá porque el Señor que nos conoce totalmente en
el momento menos pensado, nos dejará anonadados con sus designios y por más títulos
que se ostenten, ¿Quién le puede decir: por ahí no, Señor?
En estos momentos
pienso más que nunca que su soberanía lo abarca todo: sabiduría, conocimiento,
riqueza, juicio, caminos. ¡Somos tan
minúsculos al lado de Él!, que es cuando nos damos cuenta lo que incluye su
misericordia para con nosotros. Por eso
hoy no tengo más que expresarle a mi Señor: “Mis trajines y descansos los
conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la
lengua cuando tú, Señor, ya la sabes
toda. Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano. Conocimiento tan maravilloso rebasa mi
comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo” (Salmo 139:3-6).
Mi buen amado Señor: ¿Qué
puedo decir? ¡Tú lo sabes todo! A ti no te puedo engañar. Mi carne se debilita
y conoces mi andar, mi angustia, mi temor. Tu sabiduría y conocimiento rebasan mi
comprensión. Aun así mi Señor, sé que tu protección me
envuelve por completo y que me cubres totalmente. Mi vida está en tus manos y serán las tuyas
las que dirijan a los médicos hoy en esta nueva cirugía. Gracias porque como Tú
me hiciste, sabes muy bien lo que hay para restaurar; mis huesos te son
conocidos. ¡Cuán preciosos, oh Dios, me
son tus pensamientos!
Un abrazo y
bendiciones.
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