viernes, 2 de mayo de 2014

Eres todo lo que tengo



Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. 
Lamentaciones 3:21-22.


Lectura: Lamentaciones 3:19-33.  Versículos del día: Lamentaciones 3:21-22.

MEDITACIÓN DIARIA

Sí, somos muy dados a olvidar las bondades del Señor y nos acordamos de ellas, tal vez en nuevos momentos de angustia.  Quizá en parte esté  angustiada; la verdad tengo que someterme a otra cirugía en quince días  y lo que menos quería era volver nuevamente al quirófano.  Sin embargo, el Señor a través de su Palabra me recuerda que no estoy sola: “Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!” (v. 23).  Su fidelidad es algo que me reconforta; y lo hermoso de esto, es que así yo no sea fiel con el Señor, no por eso, Él me dejará.  Su amor es inmutable: nunca cambia y nunca se agota.
Al final, después de darle vueltas y vueltas a mi cabeza, llego a la conclusión que no tengo por qué temer.  Mi Dios es más poderoso que el cirujano, el anestesiólogo y los que me tengan que asistir en ese procedimiento.  Por tanto, digo: «El Señor es todo lo que tengo.  ¡En él esperaré!»” (v. 24).
Sé que para algunas personas es incomprensible el verme nuevamente en dichas circunstancias; y no crean, yo también se lo he preguntado al Señor, pero mis oídos parecen escuchar aquello que una vez entendí: ‘te amo tanto, que no quiero que apartes tus ojos de mí’.  Sí; en otras palabras no es más que: «Bástate mi gracia; mi poder se perfecciona en tu debilidad» (2 Corintios 12:9).  Tal vez esta será la manera de tenerme fuertemente aferrada de su mano, hasta que llegue el día en que repose completamente entre sus brazos.

Amado Señor: ¡Tú lo sabes todo; tú sabes que te amo! Tú conoces mi andar y mi sentar. Eres mi fuerza, mi roca, mi libertador, mi más alto escondite, mi refugio seguro.  Aun si estoy en el lugar más recóndito, ahí estás presente y tu mano me sostendrá. ¡Tú nunca me dejarás! Gracias mi buen Pastor.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: