Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano.Romanos 14:13.
Lectura: Romanos 14:1-23. Versículo del día: Romanos 14:13.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Cuándo iremos a dejar
de juzgarnos los unos a los otros? Y fijémonos que no es solamente esto, es no
ser piedra de tropiezo en ningún campo.
Somos muy dados a ser ligeros en el hablar; las apreciaciones salen de
nuestra boca a diestra y siniestra y creo que es con la lengua con lo que más
ofendemos o herimos. No tenemos excusa;
no somos quien para juzgar ni para hablar con desdén, menosprecio o
descortesía. Ninguno puede decir que es perfecto y que esto lo hace acreedor a
ser juez.
Amado Señor: No
permitas que nos volvamos fiscalizadores ni censuradores de nadie. Que nuestra
boca solo se abra para enaltecer, animar y edificar. Gracias por enseñarnos prudencia y dominio
propio para no pecar ligeramente con nuestras palabras.
Un abrazo y
bendiciones.
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