Tú eres mi fuerza; me proteges como un escudo. En ti confío de corazón, pues de ti recibo ayuda. El corazón se me llena de alegría, por eso te alabo en mis cantos.Salmo 28:7 Traducción en lenguaje actual (TLA).
Lectura: Salmo
28:1-9. Versículo del día: Salmo 28:7.
MEDITACIÓN DIARIA
No todos los días
amanecemos con el ánimo arriba. No sé por qué a veces, aunque el día esté
resplandeciente, nuestro corazón está nublado.
Pero el Señor tiene sus formas de levantarnos nuevamente y sea de un
modo u otro, nos hace ver su grandeza y poder en nuestras vidas.
Tal vez recapacitamos y
le pedimos perdón al Señor, cuando nos damos cuenta que lo tenemos todo
prácticamente y que solamente estamos indispuestos por cosas insignificantes. Una llamada de un ser querido nos infunde
nuevas fuerzas; también el conocer una situación difícil para alguien a quien
amamos, nos hace valorar lo que tenemos, y entendemos que lo nuestro es
minúsculo al lado de esa circunstancia. Ahí se puede aplicar el proverbio persa
que dice: ‘Lloraba porque no tenía zapatos hasta que encontré a un hombre que
no tenía pies’.
¡Cuántas cosas
invaluables tenemos y ni siquiera nos percatamos de ello! Por ejemplo: ¿hemos valorado nuestros ojos?
Son ellos los que nos permiten ver la sonrisa tierna de un niño; el claro
amanecer de un día de verano y el majestuoso atardecer del mismo. Vislumbrar los colores de las flores y el
plumaje vistoso de un ave. Las manos encallecidas y ásperas del obrero como las
delicadas y suaves de una adolescente.
Todas estas
reflexiones, Dios pone a mi alcance para fortalecerme. Por eso mi corazón
confía plenamente en su poder y no puedo menos que dejar que de él brote un
sincero agradecimiento al Señor. Y es que el Señor cuando nos ve en ese estado,
nos alza y lleva en sus brazos cual Pastor amoroso con sus borregos (v. 9 en la
lectura).
Amado Dios: Gracias por
permitir que nos encontremos con estos altibajos emocionales. Gracias porque tú
le das un vuelco total, para convertirlos en la consecuencia de nuestra
alabanza y adoración a ti.
Un abrazo y
bendiciones.
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