jueves, 17 de octubre de 2013

Eres mi gran Pastor




La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre. 
 Salmo 23:8.


Lectura: Salmo 23:1-8.  Versículo del día: Salmo 23:8.

MEDITACIÓN DIARIA

El Salmo 23 es definitivo para entender el amor y la bondad de nuestro Dios. Él es el Pastor por excelencia que no puede ver a ninguna de sus ovejitas caída, desamparada o perdida porque está listo a levantarla, abrigarla y buscarla hasta encontrarla nuevamente. Sí, este Pastor, el mejor, el que posa sus ojos ante el abatido, el que si estamos heridos no le importa agacharse a vendar nuestras heridas y si es necesario alzarnos, lo hace arrullándonos bajo su regazo y  devolviéndonos hacia el redil. Si nos encuentra   cansados nos hace reposar; si las fuerzas se han ido, las revive; y si estamos sedientos, nos conduce a serenas aguas y calma nuestra sed (vv. 1-3). Este Pastor es mi Amigo más fiel e incondicional que haya conocido.
Qué tranquilidad nos da el saber que día tras día el Señor anda con nosotros. No importa que vengan los problemas, las tristezas, los fracasos, las desilusiones, porque aún en valles tenebrosos, siempre, siempre, nuestro Pastor estará al lado infundiéndonos aliento y guiándonos con su cayado amoroso (v. 4).

¡Jesús, mi gran Pastor! Contigo me siento segura. Lo oscuro a tu lado se torna en la más esplendorosa claridad. Las tinieblas no me asustan porque Tú brillas en medio de ellas.  ¡Gracias buen Pastor! Eres la fuente inagotable de amor y bondad incomparable. ¡Gracias mi Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

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