miércoles, 9 de octubre de 2013

La obediencia trae bendición




Mardoqueo salió de la presencia del rey vistiendo ropas reales de azul y blanco, una gran corona de oro y un manto de lino fino color púrpura. 
Ester 8:15.


Lectura: Ester 8:1-17. Versículo del día: Ester 8:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Definitivamente lo que Mardoqueo le había pronosticado a Ester su prima y a la vez hija adoptiva (Ester 4:14), se había cumplido: Dios si la condujo hasta el palacio real y la puso como reina allí, para salvar a su pueblo del exterminio.
Hay que resaltar la obediencia de la reina Ester a su padre Mardoqueo. Ninguna diferencia hay en cuanto al respeto y sujeción que se le debe al padre biológico. Ester fue adoptada por Mardoqeo (Ester 2:7), y siguió sus instrucciones al pie de la letra, para bien, no solo de ella y su familia, sino también de todo el pueblo judío.
Ester, bella tanto física como espiritualmente, se caracteriza por ser una mujer de fe, llena de entereza y valor para enfrentar la adversidad (Ester 4:16). Su determinación y prudencia a la vez, permitieron que por la obediencia y lealtad hacia su tío Mardoqueo, Dios la utilizara para salvar a los judíos.  
Un gran ejemplo para seguir y aprender de ella. Cuando somos obedientes a la voz de Dios, Él se manifiesta asombrándonos y cambiando nuestro llanto en gozo, como lo sucedido a Mardoqueo y los suyos (vv. 15b-17 en la lectura).

Amado Señor: Como hijo(a)s tuyo(a)s adoptado(a)s por ti, queremos ser obedientes a tu Palabra y llevar también salvación a tanto necesitado que anda en medio de tristezas  y penurias porque no te conocen. Utilízanos Señor tal como lo hiciste con Ester, para que podamos ser fuente de regocijo total en sus vidas.

Un abrazo y bendiciones.

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