Canten al Señor, ustedes sus fieles; alaben su santo nombre. Porque sólo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.Salmo 30:4-5.
Lectura: Salmo
30:1-12. Versículos del día: Salmo 30:4-5.
MEDITACIÓN DIARIA
Si la Palabra de Dios
dice que cada día lleva su propio afán (Mateo 6:34), es porque el nuevo
amanecer es incierto. Nadie puede tener la certeza que ese nuevo día va a ser
de triunfo y de gloria. Muchas veces nos llegan problemas en el momento menos
esperado, y es ahí, cuando tenemos que tener la fe puesta en el Señor Jesucristo
para no derrumbarnos. Porque: “Si en el día de la aflicción te desanimas, muy
limitada es tu fortaleza” (Proverbios 24:24). Nuestra fortaleza no depende de
las circunstancias; las circunstancias serán la clave para darnos cuenta en
quién hemos creído y de quien en realidad dependemos.
Y si en verdad creemos
que nuestro Dios es Todopoderoso, entonces, vayamos a Él sea con lloro y lamento
que el buen Dios nos allanará el camino: “Entre llantos vendrán, y entre
consuelos los conduciré. Los guiaré a corrientes de agua por un camino llano en
el que no tropezarán” (Jeremías 31:9).
Lo mejor que podemos
hacer en esas situaciones, es alimentarnos de la Palabra y repetir una y otra
vez, las promesas que tiene el Señor al respecto. Esto nos llenará y será un
alivio para nuestro espíritu abatido y caído.
Al final, quizá ese
mismo día, podremos decir como el salmista: “Convertiste mi lamento en danza; me
quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta, para que te cante y te glorifique, y no me
quede callado. ¡Señor mi Dios, siempre te daré gracias!” (v. 12 en la lectura).
¡Eso es! Precisamente hay está la razón:
Tal vez, el Señor permitió ese despropósito para que tengamos la oportunidad de
alabarle y glorificarle y que todos sepan cuán grande es Él.
Amado Señor: No
permitas que solamente miremos nuestro problema o nos enfrasquemos únicamente
en él. Enséñanos a aprender de las vicisitudes hasta lo más mínimo, con el fin
de que siempre veamos la mano tuya moviéndose en dirección a tu propósito.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario