miércoles, 16 de octubre de 2013

Las propias decisiones marcan nuestro camino




Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. 
Proverbios 16:25.


Lectura: Proverbios 16:1-33. Versículo del día: Proverbios 16:25.

MEDITACIÓN DIARIA

A lo largo de la vida tenemos que enfrentarnos a ella y tomar decisiones. Lo difícil es saber que acertamos en las que decidimos tomar.  Muchas veces nos equivocamos y nos damos duro contra el suelo, solo porque no obedecemos y en vez de seguir la dirección de Dios, nos tornamos rebeldes y seguimos nuestro propio camino.
Nos equivocaos porque creemos que tenemos la razón y sin escuchar advertencias ni consejos, hacemos caso omiso a la voz de los expertos y nos derrumbamos: “A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los motivos” (v. 2).
Toda decisión conlleva una consecuencia, y si no son las correctas los resultados pueden ser nefastos. Un ejemplo muy trillado últimamente en mi país: el de conducir ebrio; la persona terca y menos con tragos no escucha razones y desobedece no solo a lo prohibido por Dios, sino también a las autoridades y quizá familiares y se lanza al timón; mínimo se mata ella misma, o deja muertos y heridos a su paso. Sí le pareció bien ir a tomar con la excusa de: ‘hay que celebrar’; ‘de vez en cuando no hace mal’; ‘yo me sé comportar’; etc., etc. se sacan todos los argumentos posible con el fin de lograr su cometido, y al final solo queda destrucción y desolación.  
Hay tantas decisiones que parecen buenas porque inicialmente nos dan alegría y satisfacción.  Sin embargo, a lo largo del recorrido podemos percibir que vamos mal y que si continuamos por ese camino las cosas se pueden agravar. Personalmente considero que lo mejor es frenar antes que sea demasiado tarde y las consecuencias sean mayores. “El camino del hombre recto evita el mal; el que quiere salvar su vida, se fija por dónde va” (v. 17). Es necesario tomar buenas decisiones. No creamos que todas nos las sabemos; Dios siempre pone a alguien a quien acudir.  Escuchemos consejos porque en la multitud de consejeros está la sabia decisión (Proverbios 11:14b); y pidámosle a Dios sabiduría para discernir los caminos correctos (Proverbios 14:8).

Amado Señor: queremos seguir siempre por la senda correcta. No permitas que nos desviemos ni a derecha ni a izquierda, sino que siempre estemos alineados contigo sabiendo que tú eres la fuente de la sabiduría y la instrucción, y que contigo no tenemos pierde.

Un abrazo y bendiciones.

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