viernes, 18 de octubre de 2013

¿Quién es tu Rey de gloria?



¿Quién es este Rey de la gloria?  El Señor, el fuerte y valiente,  el Señor, el valiente guerrero.  
 Salmo 24:8.


Lectura: Salmo 24:1-10.  Versículo del día: Salmo 24:8.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Sabes tú, quién es el Rey de gloria? Analizando todo el Salmo nos damos cuenta que empieza dándole honor al Creador: “Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella,  el mundo y cuantos lo habitan; porque él la afirmó sobre los mares, la estableció sobre los ríos” (vv. 1-2). El Rey de gloria, es el Creador del universo, el Dios Santísimo que habita en su lugar santo (v. 3). Es el Dios perdonador (v. 4), y Salvador nuestro por los siglos de los siglos (v. 5 y 6).
“Eleven, puertas, sus dinteles; levántense, puertas antiguas,  que va a entrar el Rey de la gloria” (v.7). ¿Está cerrada aun tu puerta y el Rey de gloria no puede pasar?  Ya es hora de que te levantes y esa puerta antigua, de paso para que pueda habitar en ti el fuerte y valiente guerrero, el Santo de Israel. El Dios Todopoderoso y Eterno.
Después de que entre el Rey de gloria a tu vida, todo se convertirá en nuevo. Ya puedes dejar a un lado la puerta antigua, porque ha sido remplazada por una que destila rayos de luz por doquier. Y es que el Señor Jesucristo es el Salvador del mundo y viene para brillar en ti y hacer una reconstrucción total, llenando toda tu vida con su luz.  Él es el Redentor tuyo que pago por todos tus pecados y desea que te presentes ante el trono de su gracia con manos limpias y corazón puro. Acéptale para que puedas exclamar también, ¡el Señor es mi Rey de gloria! Si deseas podemos orar así:

Amado Señor: Quiero abrirte la puerta de mi vida. Sé que está vieja y deteriorada porque jamás te he tenido en cuenta, pero ahora comprendo que tú puedes reconstruirla nuevamente y seré contigo una nueva creación. Gracias Jesús por perdonar mis pecados y habitar a tu lado por siempre. ¡Tú eres ya mi Rey de gloria, mi Señor y Salvador!  ¡Te amo Señor!   

Un abrazo y bendiciones.

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